[Reseña anime] -Tonari no Kaibutsu-kun-

-Tonari no Kaibutsu-kun-

-Nº de episodios: 13

-Género: comedia, romance

-Manga: 12 tomos (completo)

(No licenciado en España)

-Resumen personal-

Por un lado, tenemos a  Shizuku Mizutani, una estudiante modelo, totalmente inmersa en sus estudios y que solo piensa en su futuro. No le importa nada más que eso.

Por otro lado, tenemos a Yoshida Haru, un estudiante rebelde y problemático (y sorprendentemente, bueno en los estudios), que lleva una buena temporada sin ir a clase.

En un último intento de la profesora para que Haru no sea expulsado, envía a Shizuku, su mejor alumna, a casa de éste, para que le entregue todo el material de las clases que ha perdido y de paso, hacer que vuelva al colegio y así evitar su expulsión.

Por culpa de su mala conducta y malos modales, sus compañeros le tienen miedo y no quieren acercarse a él. Haru no tiene a nadie a quien poder llamar amigo (a pesar de que es lo que más desea), por lo que, cuando Shizuku aparece en su casa, lo ve como un acto que solamente los verdaderos amigos harían, así que da por hecho que desde ese mismo momento, son amigos.

Poco a poco, irán entablando una amistad que derivará en algo más, aunque ni ellos mismos se den cuenta en un principio. Poco a poco, Haru romperá las barreras que Shizuku ha creado sobre sí misma y ella se irá dando cuenta de que él no es tan malo como lo pintan… ¿O sí?

-Opinión personal (sin spoilers)-

Shizuku es una chica que desde que era pequeña se ha enfocado en sus estudios y en tener un futuro seguro. No quiere que nada ni nadie se interponga en su camino. El estar tan centrada en los libros, ha hecho que sea una chica solitaria y fría, sin vida social, pero con matrículas de honor. El estudio es lo único que tiene.

Es cuando conoce a Haru, cuando todo su mundo se viene abajo, ya que nunca le había llamado la atención otra cosa que no fueran los estudios, y no sabe cómo enfrentar estos pequeños cambios que se van produciendo en ella. Siempre ha pensado que aunque estuviera sola, no sentía soledad y es gracias a él, que empieza poco a poco a darle importancia a otras cosas y comprendiendo que los estudios no son lo más importante y que hay cabida en su vida para mucho más que los exámenes.

Y qué decir de Haru…es el alma de la serie. Me ha chocado y gustado su personalidad a partes iguales, ya que nunca me había encontrado con un personaje tan variopinto. Con sus cambios de humor tan repentinos, nos brinda escenas realmente desternillantes y frases dignas de ser recordadas. Es una auténtica bomba de relojería. Como Shizuku, aunque por otras circunstancias, no ha tenido amigos y todo el mundo le teme. Es un chico problemático y agresivo…de los que actúan y luego piensan. Pero dentro de ese caparazón, también se esconde un chico sensible y amable, que solamente busca encajar en algún lugar. Es una persona muy natural, honesta y sincera, que dice las cosas tal y como le vienen a la cabeza.

En cuanto a los secundarios, tenemos un poco de todo: Asako Natsume, una atractiva bloguera, con muchos amigos internautas, que suele gustar a los chicos, pero que no tiene amigas en la vida real porque le tienen envidia por ser popular; Sasahara Sohei, compañero de clase y el que le da un punto de “normalidad” y cordura al grupo y Yamaken, un chico orgulloso y reservado, “amigo” de Haru. 

Uno de los puntos fuertes son sus personajes, en concreto, la pareja protagonista. A pesar de ser tan distintos, son dos personas que se complementan a la perfección.  Son una pareja fuera de lo común y aunque podamos encontrarles algún que otro cliché típico del género, se alejan bastante de dichos tópicos, cosa que se agradece. Lo único malo es que a pesar de ese “toque” peculiar que tienen como pareja, resulta bastante difícil empatizar con Shizuku en algunos momentos y a medida que avanza la serie, Haru va perdiendo el carisma que derrochaba en los primeros capítulos (aunque nunca deja de ser desternillante).

¿Puntos negativos?

La serie empieza muy fuerte y poco a poco se va desinflando… tiene muchos altibajos.

Es una serie con mucho potencial y no han sabido sacarle partido al anime teniendo en cuenta la calidad del manga y lo interesante que se va poniendo a medida que avanza la historia. El manga tiene mucha miga y el anime se ha quedado a medio camino.

El humor de los primeros capítulos, sigue hasta el final, pero si hablamos de la historia de amor… eso ya es otro cantar.

En cuanto a la relación entre los protagonistas, el problema está en que le dan muchas vueltas a lo mismo, sin llegar a nada y su relación es un tira y afloja que no llega a ningún lado. Y es que aunque se trate de una pareja fuera de lo común, no han sabido sacarle partido.

Me ha costado un poco creerme ese “rápido” enamoramiento/desenamoramiento (cosa que ha dado como resultado el hecho de que el comportamiento de los protagonistas, en especial el de Shizuku, me resultara difícil de digerir).

Me hubiera gustado que se le hubiera sacado más partido a la historia y a los personajes (sobre todo habiéndole dado más protagonismo a los secundarios), ya que se centran tanto en ciertos puntos que con 13 capítulos es imposible abarcar con tanto, lo que provoca que todo se quede a medio terminar.

En definitiva…

No es una comedia romántica al uso, ya que los protagonistas rompen con los cánones típicos del género con su forma de ser y hacer las cosas.  Aunque nos encontremos con escenas de amor, amistad, superación personal, es una serie en el que tiene como punto fuerte el humor.

A pesar de que la serie tenga altibajos, ese no ha sido motivo suficiente para no haber disfrutado de ella y que no la recomiende, al contrario.

Es un anime ameno, sencillo y muy divertido, que he disfrutado mucho pese a los puntos negativos que pueda tener y que recomiendo encarecidamente.

Creo que este anime ha sido un mero tentempié para que nos animemos a echarle un vistazo al manga (que lo supera con creces), ya que únicamente cuenta la mitad de la historia y hay muchas cosas que se quedan en el tintero.